martes, 29 de septiembre de 2015

DEMOCRACIA OLIGARQUIA Y ECONOMIA LIBERAL



 

DEMOCRACIA LIBERAL



La democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa donde la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas, se encuentra sujeta al Estado de derecho y normalmente moderada por una Constitución que la regula en la protección de los derechos, libertades individuales y colectivas. Estableciendo ésta Constitución restricciones tanto a los líderes demócratas como a la ejecución de las voluntades de una determinada mayoría social dentro de esa democracia liberal.
Los derechos y libertades garantizados por las constituciones de las democracias liberales son variados, pero normalmente incluyen gran parte de los siguientes derechos: a un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada y a la igualdad ante la ley, así como las libertades de expresión, asociación y culto. En las democracias liberales esos derechos (a veces conocidos como "derechos fundamentales") suelen estar regulados bien constitucionalmente o bien mediante ley. Además generalmente existen instituciones civiles con la capacidad de administrar o reforzar dichos derechos.
Las democracias liberales se suelen caracterizar por la tolerancia y el pluralismo político; las ideas sociales y políticas diferenciadas, incluso las más extremas, pueden coexistir y competir por el poder político siempre sobre una base democrática. Las democracias liberales celebran periódicamente elecciones donde los distintos grupos políticos compiten para alcanzar el poder. En la práctica, estas elecciones las ganan los grupos que defienden la democracia liberal, de modo que el sistema se perpetua a sí mismo.
El término "liberal" dentro de la expresión "democracia liberal" no implica que el gobierno de una democracia de este tipo deba seguir estrictamente la ideología política del liberalismo, si bien el concepto puro de "democracia liberal" nace de la corriente del liberalismo político.
Eduskunta. Existen varias naciones y territorios que afirman ser los primeros en establecer el sufragio universal. El Gran Ducado de Finlandia tenía sufragio universal completo en 1906.

Estructura

 
Las democracias liberales actuales suelen basarse en el sufragio universal, concediendo a todos los ciudadanos adultos el derecho al voto sin tener en cuenta su etnia, sexo o riqueza. Sin embargo, y en especial históricamente, algunos países considerados democracias liberales han tenido un sufragio limitado. En algunos lugares es necesario registrarse para poder votar. Las decisiones tomadas mediante procesos electorales no son tomadas por todos los ciudadanos, sino sólo por aquellos que se han decidido a votar.
Las elecciones deberían ser libres y justas y el proceso político, competitivo. El pluralismo político se suele definir como la presencia de varios partidos políticos.
Toda Constitución democrática liberal define el carácter democrático del Estado. El objetivo de una Constitución es frecuentemente el de fijar límites en la autoridad del gobierno. La tradición política americana enfatiza la separación de poderes, la judicatura independiente y un sistema de observación y control entre los distintos poderes. Muchas de las democracias europeas se centran más en la importancia de constituirse en un Estado de Derecho. La autoridad gubernamental es ejercida de forma legítima solamente en armonía con las leyes escritas y promulgadas de acuerdo con los procedimientos establecidos. Muchas democracias utilizan el federalismo (también conocido como separación vertical de poderes) que reparte el poder entre los gobiernos municipales, regionales y nacionales, para prevenir la concentración del poder e incrementar la participación ciudadana.

Derechos y libertades[editar]

Los criterios más frecuentes para distinguir las democracias liberales toman la forma de derechos y libertades específicos. Los más claros ejemplos son:
En la práctica, las libertades democráticas están limitadas. Hay limitaciones legales como el copyright o las leyes contra la difamación. Hay también limitaciones a los discursos antidemocráticos, contra los discursos en contra de los derechos humanos o aquellos que hacen apología del terrorismo. En los Estados Unidos, durante la Guerra Fría, restricciones de este tipo fueron aplicadas a los simpatizantes del comunismo. Actualmente esto se aplica a las organizaciones que promueven el terrorismo o la incitación al odio racial o religioso. Ejemplos de ello son las leyes antiterroristas, la ilegalización de ciertos partidos políticos o la clausura de las emisiones por satélite de Hezbolá. Los críticos claman en contra de estas limitaciones pues opinan que pueden ir demasiado lejos y provocar que los procesos judiciales dejen de ser justos y correctos.
La justificación común para estos límites es que es necesario garantizar la existencia de la democracia, o la existencia de las libertades por sí mismas. Por ejemplo, el permitir la libertad de expresión para los defensores del genocidio mina el derecho a la vida y la seguridad. Existe división de opiniones en relación a hasta cuanto se puede extender la democracia, en incluir en ella a sus enemigos. Si los grupos que se excluyen por estas razones representan una parte relativamente pequeña de la población, ese país puede seguir siendo considerado una democracia liberal. Algunos argumentan que esto no difiere mucho de los regímenes personales en que se persigue a la oposición, si bien estas restricciones no son tan severas y afectan a un número reducido de personas. Otros remarcan que las democracias son diferentes. Al menos en teoría, también los opositores a la democracia tienen derecho al debido proceso. En principio, las democracias permiten críticas y cambios en los líderes de la política y la economía; lo que está prohibido es realizarlos de forma violenta o promover alcanzarlos de ese modo.

Precondiciones[editar]

Aunque no son partes del gobierno como tales, la presencia de una clase media y de una tolerante y floreciente sociedad civil suelen ser vistas como precondiciones para la democracia liberal.
En países sin una fuerte tradición democrática, la simple introducción de las elecciones libres raramente ha bastado para alcanzar la transición de la dictadura a la democracia; es necesario un cambio mucho mayor en la cultura política así como la formación gradual de las instituciones democráticas. Hay varios ejemplos, como en América Latina, de países que sólo pudieron mantener la democracia de forma temporal o limitada hasta que sucedieron cambios culturales mayores que permitieron aplicar la voluntad de la mayoría.
Uno de los aspectos clave de la cultura democrática es el concepto de "oposición leal". Éste es un cambio cultural especialmente complicado de alcanzar en naciones donde las transiciones de poder se han hecho históricamente mediante la violencia. La expresión viene a significar que todas las partes comparten unos mismos valores democráticos, de manera que un grupo político puede no estar de acuerdo con otro, pero debe siempre tolerar sus ideas y nunca intentar imponerlas por la fuerza. Las reglas de juego de la sociedad deben animar a la tolerancia y civismo en los debates públicos. En una sociedad así, los perdedores aceptan la decisión de los votantes una vez finalizadas las elecciones, y permiten una transferencia pacífica de poder. Los perdedores están seguros de que no perderán ni su vida ni su libertad, y que podrán continuar participando en la vida pública. No son leales a la política específica del gobierno, pero sí lo son a la legitimidad fundamental del Estado y al proceso democrático.

Los orígenes de la democracia liberal[editar]

La democracia liberal toma sus orígenes (y su nombre) de la época de la Ilustración europea. En aquel momento casi todos los estados de Europa eran monarquías, con el poder político ostentado por el rey o por la aristocracia. La posibilidad de la democracia no había sido considerada de forma seria por la teoría política desde la época grecorromana, y la creencia inherente a ella era la de la inestabilidad y el caos debido a los caprichos de la gente. Más adelante llegó a creerse que la democracia era algo antinatural, pues los humanos eran vistos como malvados por naturaleza, violentos y necesitados de un líder fuerte que reprimiera sus impulsos destructivos. Muchos de los reyes europeos mantenían que su poder había sído inspirado por Dios, y que cuestionarlo era prácticamente una blasfemia.
Estas ideas convencionales fueron desafiadas en un primer momento por un pequeño grupo de intelecuales ilustrados, quienes creían que los problemas humanos deberían ser guiados por la razón y los principios de libertad e igualdad. Argumentaban que todos los hombres habían sido creados iguales y por tanto la autoridad política no podía justificarse basándose en la "sangre azul", una supuesta conexión privilegiada con Dios, o cualquier otra característica que fuese alegada para hacer a una persona superior a otras. Finalmente pensaban que el gobierno estaba para servir al pueblo y no al revés, y que las leyes habían de ser aplicadas tanto a quienes gobiernan como a los gobernados (Estado de Derecho).
A finales del Siglo XVIII, estas ideas inspiraron la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución francesa, que dieron a luz a la ideología del liberalismo e instituyeron formas de gobierno que intentaron llevar a la práctica los principios de los filósofos ilustrados. Ninguna de estas formas de gobierno era precisamente la que hoy llamamos democracia liberal (la diferencia más significativa es que el derecho a voto estaba restringido a una minoría de la población) pero eran una especie de prototipos de la democracia liberal actual. Desde que los simpatizantes de estas formas de gobierno fuesen conocidos como liberales, los propios gobiernos comenzaron a ser llamados "democracias liberales".
Cuando fueron fundadas las primeras democracias liberales, sus simpatizantes eran vistos como un grupo extremista y peligroso que amenazaba la paz y estabilidad internacional. Los absolutistas que se oponían al liberalismo y a la democracia se consideraban los defensores de los valores tradicionales y del orden natural de las cosas, y su crítica a la democracia parecía justificada cuando Napoleón Bonaparte tomó el control de la joven Primera República Francesa, reorganizada como el Primer Imperio Francés y comenzó su proceso de conquista de Europa. Napoleón fue finalmente derrocado y se formó la Santa Alianza como medio de prevención de cualquer intento posterior de instaurar el liberalismo o la democracia en Europa. Sin embargo, los ideales liberales democráticos pronto se extenderían entre la población, y hacia el Siglo XIX la monarquía tradicional entró en un estado de defensa continuada. Las reformas y revoluciones ayudaron a que la mayoría de los países europeos se acercasen a la democracia liberal. El liberalismo dejó de ser una opción extrema y pasó a ser la corriente dominante en política. Al mismo tiempo, aparecieron ciertas ideologías no liberales que tomaron el concepto de democracia liberal y lo reformaron a su manera. El espectro político cambió: la monarquía tradicional se fue convirtiendo en una idea extremista mientras la democracia liberal fue calando en la gente hasta ocupar la posición dominante en la política. A finales del Siglo XIX, la democracia liberal ya no era solamente una idea "liberal", sino que era apoyada por diferentes ideologías. Tras la Primera Guerra Mundial y especialmente después de la Segunda, la democracia liberal alcanzó una posición dominante entre las teorías de gobierno y hoy en día es apoyada por la inmensa mayoría del espectro político.

Tipos de democracias liberales[editar]

Monarquías parlamentarias[editar]

La democracia liberal es a veces el sistema de gobierno de facto aunque a veces se organice como monarquía parlamentaria. Tanto en las repúblicas democráticas como en las monarquías parlamentarias el soberano es el mismo sujeto: el pueblo, y es esto lo que permite caracterizar a ambas como democracias. Sin embargo, se diferencian en que la jefatura del Estado está ocupada en el caso de estas últimas por un monarca hereditario.: por ejemplo, con sus diferencias las monarquías de España o el Reino Unido.
Muchos discrepan de cualquier forma de privilegio hereditario, incluida la monarquía. Los monárquicos afirman que la monarquía en esos países no es más que algo ceremonial más que político.

Representación proporcional y plural[editar]

El sistema de escrutinio uninominal mayoritario asigna puestos según las mayorías dentro de una circunscripción. El partido político o candidato que recibe más votos gana el puesto por esa circunscripción. Hay otros sistemas democráticos, como las distintas formas de representación proporcional, que asignan puestos según la proporción de votos individuales que un partido recibe en todo el país o en una determinada región.
Uno de los puntos principales de conexión entre ambos sistemas es la existencia de representantes efectivos para cada región pero partiendo de la base de que el voto valga lo mismo independientemente de su región de procedencia.
Algunos países como Alemania y Nueva Zelanda resuelven el conflicto entre ambas formas de representación teniendo dos tipos de escaños en las cámaras bajas de sus parlanentos federales. Los escaños del primer tipo son asignados según la población de las regiones, y los restantes son asignados de acuerdo a la proporción de los votos obtenidos por los partidos en el país. Este sistema es conocido como representación proporcional mixta.

Sistemas presidencialistas y parlamentarios[editar]

Un sistema presidencialista es una forma de gobierno de una república donde el poder ejecutivo es elegido separadamente del legislativo. Un sistema parlamentario se distingue por que el poder ejecutivo depende de manera directa o indirecta del Parlamento, dependencia expresada por las mociones de confianza y de censura.
El sistema presidencialista democrático se ha hecho popular en América Latina, África y algunos lugares de la Unión Soviética, siendo el ejemplo más claro el de los Estados Unidos. Las monarquías constitucionales (controladas por parlamentos electos) son populares en algunos países europeos (Reino Unido, España, etc.) y en algunas antiguas colonias separadas de forma pacífica, como Australia y Canadá. Antiguos territorios británicos como Sudáfrica, India, Irlanda o los Estados Unidos optaron por otras formas de gobierno tras su independencia. El sistema parlamentario es popular en la Unión Europea y los países vecinos.

Críticas a la democracia liberal[editar]

Democracia directa[editar]

Algunas personas argumentan que la "democracia liberal" no respeta la voluntad de la mayoría (excepto en la elección de representantes). La "libertad" de la voluntad de la mayoría está restringida por la Constitución o leyes precedentes. Por otra parte, el poder es realmente ostentado por un grupo de representantes relativamente pequeño. Así, el argumento sigue con que la "democracia liberal" no es más que una oligarquía disfrazada, siendo lo preferible la democracia directa. Las nuevas tecnologías pueden permitir la implantación de sistemas como la democracia electrónica.
Otros dirían que sólo una democracia liberal puede garantizar las libertades individuales de sus ciudadanos y prevenir la conversión a una dictadura. La aplicación de la voluntad de la mayoría sin moderación alguna podría llevar a la opresión de las minorías. Un argumento utilizado en sentido contrario es que los líderes electos serían más capaces y estarían más interesados en los temas a tratar que el votante medio, que debería esforzarse mucho en recopilar la información necesaria para luego discutir y votar sobre ella.
Algunas democracias liberales tienen ciertos elementos de participación directa como pueden ser los referendos o plebiscitos. En países como Suiza o Uruguay se emplean para pulsar la opinión popular sobre infinidad de cuestiones legales, mientras que en otros quedan limitados a temas de extrema importancia como es, en España, la reforma de las llamadas "señas de identidad" de la Constitución de 1978, principios básicos en su elaboración (Título Preliminar; sección 1 del capítulo 2 del título I, referido a los derechos y libertades fundamentales; y el Título II, referido a la jefatura del Estado), así como algunos acuerdos de gran trascendencia en la vida pública (adhesión a tratados internacionales, por ejemplo).

Conflictos étnicos y religiosos[editar]

Por razones históricas, muchos estados no son homogéneos cultural ni étnicamente hablando, e incluso puede haber marcadas diferencias de raza, idioma, religión o cultura. De hecho, algunos grupos pueden ser activamente hostiles hacia otros. Una democracia, que por definición permite la participación masiva en la toma de decisiones teóricamente también permite el uso del proceso político contra los grupos "enemigos". Esto puede ser especialmente visible durante los procesos de democratización, si el gobierno autoritario anterior oprimió a ciertos colectivos. Esto es visible también en democracias ya establecidas, sobre todo en forma de populismo racista o contra la inmigración. Sin embargo, también es cierto que las peores represiones tuvieron lugar en estados en los que no estaba establecido el sufragio universal, como el apartheid en Sudáfrica o el caso de la Alemania Nazi.
A la caída de la Unión Soviética y democratización parcial de los estados del bloque soviético siguieron guerras y guerras civiles en la antigua Yugoslavia, en el Cáucaso y en Moldavia. Sin embargo, las estadísticas muestran que a la caída del comunismo y al aumento del número de estados democráticos acompañó un repentino aumento de las guerras entre estados, étnicas, revoluciones, pobreza... así como el número de refugiados y desplazados.[1]

Burocracia[editar]

Una crítica persistente que los liberales libertarios y de los monárquicos achacan a la democracia es que anima a los representantes electos a cambiar las leyes sin necesidad alguna para ir poco a poco cambiando todo el sistema legal. Esto es visto en cierto modo pernicioso. Las nuevas leyes recortan el alcance de las anteriores libertades privadas. Las leyes modificadas repetidamente dificultan a la gente respetuosa con las normas mantenerse al día. Esto puede incitar a las fuerzas del orden a hacer un uso incorrecto de su poder. La contestada complicación continua de las leyes puede ser contraria a la ley natural sencilla y eterna, aunque no hay un consenso sobre lo que esta "ley natural" es, incluso entre sus defensores. Aquellos que apoyan la democracia señalan que la burocracia compleja y las regulaciones eran propias de las dictaduras, como en muchos de los antiguos estados comunistas.
Las democracias liberales son también criticadas por la lentitud y complejidad en la toma de decisiones.

Estudio a corto plazo[editar]

Las democracias liberales modernas, por definición, permiten los cambios regulares de gobierno. Esto ha llevado a una crítica generalizada sobre su trabajo a corto plazo. En cuatro o cinco años los gobiernos deberán volver a afrontar unas elecciones, y evidentemente deben pensar en como ganarlas. Este hecho hace que prefieran llevar a cabo políticas que les proporcionen beneficios a corto plazo al electorado (o a los propios políticos) antes de las siguientes elecciones, a otras acciones impopulares cuyos beneficios tarden más en ser apreciados. Esta crítica asume que es posible hacer predicciones a largo plazo acerca de la sociedad, algo que Karl Popper ha criticado con el nombre de historicismo.

Teoría de la elección pública[editar]

La teoría de la elección pública es una parte de la economía que estudia el comportamiento de los votantes, políticos y gobernantes durante la toma de decisiones desde la perspectiva de la teoría económica. Un problema estudiado es que cada votante por sí solo apenas tiene influencia y puede tener por tanto cierta "ignorancia racional" sobre temas políticos. Esto puede permitir a los lobbys conseguir subvenciones y cambios legales que les benefician pero que no son buenos para la sociedad en general. Sin embargo, estos grupos pueden tener la misma influencia o incluso más en sistemas no democráticos.

Plutocracia[editar]

Ver Plutocracia.

Oclocracia[editar]

Ver Oclocracia.

La "tiranía de la mayoría"[editar]

La "tiranía de la mayoría" es el miedo de que un gobierno democrático, reflejando el punto de vista de la mayoría, pueda tomar acciones que opriman a una minoría concreta. Teóricamente, la mayoría podría ser solamente una mayoría sobre los que votan y no una mayoría sobre los ciudadanos. En esos casos, una minoría tiraniza a otra en el nombre de la mayoría. Esto puede aplicarse tanto a la democracia directa como a la representativa.
Algunos ejemplos serían:
  • Las minorías pueden ser propensas a las conspiraciones.
  • Varios países europeos han prohibido portar símbolos religiosos en colegios públicos. Los opositores ven esto como una violación del derecho de libertad de culto. Sus defensores lo ven como consecuencia de la separación Iglesia-Estado.
  • La prohibición de la pornografía es típicamente determinada porque se supone que la mayoría está de acuerdo con ello.
  • El uso recreativo de las drogas está típicamente legalizado (o al menos tolerado) hasta el grado de que la mayoría lo encuentra aceptable. Los usuarios pueden verse a sí mismos como una minoría oprimida, víctima de una guerra injustificada contra la droga.
  • El tratamiento que la sociedad hace de la homosexualidad también puede incluirse. Hasta hace algunas décadas las acciones consideradas propias de homosexuales estaban duramente castigadas en las democracias, incluso aún lo están en algunas, reflejando la moral religiosa o sexual de la mayoría.
  • La democracia ateniense y la norteamericana en sus principios permitían la esclavitud.
  • La mayoría a menudo grava a las minorías más pudientes con tramos impositivos más elevados, con la intención de que esos impuestos se conviertan en una carga para ellos en favor de la sociedad. Sin embargo, esto normalmente queda contrarrestado hasta cierto punto por su más fácil acceso a consejeros expertos (asesores fiscales y abogados).
  • En las democracias occidentales desarrolladas, los pobres forman una minoría de la población que queda en desventaja respecto de una mayoría se queja cuando suben las comisiones bancarias. Más grave es el caso en que, cuando los pobres forman una clase baja diferenciada, la mayoría puede aprovecharse del proceso democrático para reducir o eliminar las ayudas sociales del estado.
  • [2] Un ejemplo citado con frecuencia de "tiranía de la mayoría" es la llegada al poder de Adolf Hitler mediante procedimientos democráticos. El partido Nazi consiguió el mayor número de votos de las elecciones al Reichstag efectuadas durante la República de Weimar en 1932 y luego Hitler utilizó este factor como una de sus armas para presionar en la obtención de la Cancillería (Lo que obtuvo en 1933). Algunos consideran que esto es un ejemplo de "tiranía de la minoría", debido a que nunca consiguieron la mayoría absoluta, pero es muy común que quien ha obtenido la mayoría relativa ejerza el poder en las democracias, así que la subida al poder de Hitler no puede ser considerada irrelevante. Sin embargo, sus violaciones a gran escala de los derechos humanos tuvieron lugar tras la abolición del sistema democrático. Además, la Constitución de Weimar permitía en caso de "emergencia" que el canciller tomase el poder absoluto y cancelar los derechos fundamentales sin necesidad de aprobación alguna, algo que no es posible en las democracias liberales actuales.
Los defensores de la democracia presentan diversos argumentos en favor de la "tiranía de la mayoría". Uno es que la presencia de una Constitución que protege los derechos de todos los ciudadanos en la mayoría de los países democráticos funciona como salvaguarda. Generalmente, los cambios en estas constituciones requieren la aprobación por parte de una mayoría cualificada de los representantes electos, de un juez y un jurado que opinen que se han seguido de forma evidente los procesos correctos, o la opinión de la cámara de representantes antes y después de unas elecciones o incluso un referéndum. Estos requisitos a menudo están combinados. La separación de poderes en poder legislativo, ejecutivo y judicial también dificulta a una pequeña mayoría imponer su voluntad. Esto significa que una mayoría puede coaccionar legalmente a una minoría (si bien es éticamente cuestionable), pero una minoría sería muy pequeña y, en la práctica, es más difícil obtener una mayor proporción de gente que aprueba tales acciones.
Otro argumento es que las mayorías y las minorías pueden tomar posiciones marcadamente diferentes en diferentes temas. La gente a menudo está de acuerdo con la mayoría en algunas cosas y con la minoría en otras, pues la opinión de las personas varía. Así, los miembros de una mayoría pueden limitar la opresión de una minoría puesto que en el futuro ellos mismos pueden convertirse en minoría.
Un tercer argumento muy empleado es que, a pesar de los riesgos, el uso de la voluntad de la mayoría es preferible a otros sistemas, y la tiranía de la mayoría es en todo caso mejor que la de la minoría. Todos los posibles problemas mencionados hasta ahora pueden tener también lugar en sistemas no democráticos con el problema añadido de que la minoría en el poder puede oprimir a la mayoría. Los defensores de la democracia sostienen que las estadísticas afirman de forma concluyente que un mayor grado de democracia lleva a experimentar menos problemas internos. Esto es formulado a veces como la Ley de Rummel, que afirma que cuanta menos libertad democrática tiene un pueblo, más probable es que se produzcan genocidios por parte de los poderosos.

Dictadura de la burguesía[editar]

Algunos marxistas, comunistas, socialistas y anarquistas de izquierda, argumentan que la democracia liberal, es constitutivamente basada en clases, por lo que nunca puede ser democrática ni participativa. Se la conoce como democracia burguesa porque en última instancia los políticos luchan sólo por los derechos de la burguesía. De acuerdo con Marx, la representación de los intereses de las diferentes clases es proporcional a la influencia que la influencia económica que una clase particular puede comprar (a través de sobornos, la transmisión de la propaganda, el chantaje económico, la campaña "donaciones", etc.) Por lo tanto, el interés público, en las llamadas democracias liberales, está dañado sistemáticamente por la riqueza de las clases lo suficientemente ricos para ganar (la aparición de) la representación. Debido a esto, las democracias multipartidistas bajo la ideología capitalista siempre se distorsionan y antidemocrático, su funcionamiento sólo la promoción de los intereses de clase de los propietarios de los medios de producción.
De acuerdo con Marx, la clase burguesa se ​​convierte en ricos a través de una unidad de apropiarse de la plusvalía de las labores creativas de la clase obrera. Esta unidad obliga a la clase burguesa para amasar fortunas cada vez mayores al aumentar la proporción de la plusvalía mediante la explotación de la clase obrera a través de la limitación términos y condiciones lo más parecidas a los niveles de pobreza como sea posible de los trabajadores. (Por cierto, esta obligación demuestra el claro límite a la libertad burguesa, incluso para la propia burguesía.)
Así, según Marx, las elecciones parlamentarias no son más que un cínico intento sistemático de engañar a las personas al permitirles, de vez en cuando, para apoyar una u otra de las opciones predeterminadas de la burguesía de qué partido político puede defender mejor los intereses de los capital. Una vez elegido, este parlamento, como una dictadura de la burguesía, promulga reglamentos que apoyen activamente los intereses de su verdadera circunscripción, la burguesía.
Vladimir Lenin afirmó que la democracia liberal, simplemente se había utilizado para dar una ilusión de la democracia, mientras manteniendo la dictadura de la burguesía. En resumen, las elecciones populares no son más que la apariencia de tener el poder de decisión de quién de los de la clase dominante, es lo tergiversador del pueblo en el parlamento.

Estabilidad política

Un argumento en favor de la democracia es que creando un sistema donde el pueblo pueda cambiar gobiernos sin cambiar la bases legales, se reduce la incertidumbre e inestabilidad políticas y se asegura que si los ciudadanos no están de acuerdo con la política del gobierno de turno, podrán cambiarlo en las próximas elecciones o utilizar mecanimos como la revocatoria del mandato para terminar con ellos antes del periodo establecido. Esto es preferible a un sistema en que los cambios políticos tengan lugar a través de la violencia.
Algunos piensan que la estabilidad política puede ser considerada como excesiva cuando el partido en el poder es el mismo durante mucho tiempo. Por otra parte, esto es algo más común en los sistemas no democráticos, aunque existen excepciones notables como el caso del PRI en México.
Una característica notable de las democracias liberales es que sus oponentes (aquellos que buscan su abolición) rara vez ganan unas elecciones. Los defensores emplean esto como argumento para sostener su idea de que la democracia liberal es estable de forma inherente y que sólo puede ser derrocada por la fuerza, mientras que sus oponentes argumentan que el sistema está en su contra por naturaleza pese a la supuesta imparcialidad. En el pasado, se temía que la democracia pudiese ser fácilmente aprovechada por líderes con aspiraciones dictatoriales que alcanzasen el poder en unas elecciones. Sin embargo, el número de democracias liberales que han elegido como gobernantes a futuros dictadores es bajo. Cuando esto ocurre, suele ser tras una gran crisis que ha provocado que el pueblo no confíe en el sistema o bien en democracias jóvenes o mal establecidas. Algunos ejemplos serían el ascenso al poder de Adolf Hitler en Alemania tras unas elecciones o cómo Napoleón III se convirtió en el primer Presidente de la Segunda República Francesa para luego proclamarse Emperador.

Respuesta eficaz en tiempo de guerra[editar]

En una democracia liberal, por definición, los poderes no están concentrados. Una crítica a esto es que podría suponer una desventaja para un estado en tiempo de guerra, cuando se necesita una respuesta rápida y unificada. Normalmente los Parlamentos deben dar su consentimiento antes de comenzar una ofensiva militar, aunque a veces el Gobierno puede ordenarlo por sí solo mientras mantenga informado a la cámara o cámaras. Sin embargo, en caso de ataque contra el país, no se necesita consentimiento para las operaciones defensivas. La gente puede votar en contra de un ejército popular. Los ejércitos de las monarquías y dictaduras pueden, en teoría, actuar de forma inmediata.
Sin embargo, actuales estudios muestran que las democracias tienen más posibilidades de ganar las guerras que los países no democráticos. Una explicación lo atribuye en principio a la "transparencia de las políticas aplicadas y a la estabilidad de las preferencias de los gobernantes, de manera que una vez determinadas éstas, son más capaces de colaborar con sus aliados en el manejo de la situación de guerra". Otras investigaciones lo atribuyen a la superior movilización de recursos o que las democracias suelen entrar únicamente en guerras en que tengan altas probabilidades de ganar.[3]
Stam and Reiter (2002, p. 64-70) también destacan que el énfasis en la individualidad propio de las sociedades democráticas lleva a que sus soldados luchen con más iniciativa y guiados por un fuerte liderazgo. Los oficiales en las dictaduras son a menudo seleccionados por su lealtad política más que por su capacidad militar, aparte de poder ser escogidos únicamente de entre una reducida clase poderosa o grupo religioso o étnico que apoye al régimen. Esto suele excluir a buena parte de los oficiales más capacitados. Los líderes no democráticos pueden responder de forma violenta a cualquier tipo de crítica o desobediencia. Esto puede hacer que soldados y oficiales teman alzar cualquier objeción o hacer algo sin autorización explícita. La falta de iniciativa puede ser particularmente negativa en las formas modernas de guerra. Los soldados enemigos pueden rendirse de modo más fácil a los ejércitos de las democracias puesto que esperan un buen trato como prisioneros de guerra. La Alemania Nazi mató a casi 2/3 de los soldados soviéticos capturados. El 38% de los soldados americanos apresados por Corea del Norte en la Guerra de Corea fueron asesinados.

Mejor información sobre y corrección de los problemas

Un sistema democrático puede proveer mejor información para las decisiones políticas. La información que refute las ideas a estudiar puede ser más fácilmente ignorada en las dictaduras, incluso si advierte de problemas graves o a muy corto plazo. Además las democracias poseen medios para reemplazar a los líderes ineficientes. Por ello los problemas de larga duración y las crisis de todo tipo son más comunes en los regímenes autoritarios.[4]

Corrupción

Investigaciones del Banco Mundial sugieren que las instituciones políticas son extremadamente importantes a la hora de determinar la prevalencia de la corrupción: la democracia, los sistemas parlamentarios, la estabilidad política y la libertad de prensa están asociadas a la baja corrupción.[5]

Crecimiento económico y crisis financieras[editar]

Estadísticamente, un alto grado de democracia y el crecimiento del PIB per cápita están relacionados. Sin embargo, existe cierto desacuerdo sobre cuánto de cierto es esto. Una observación al respecto es que la democracia sólo pudo extenderse por el mundo tras la revolución industrial y la introducción del capitalismo. Por otro lado, comentar que la revolución industrial se inició en Inglaterra, uno de los países más democráticos de la época.
Varios estudios estadísticos apoyan la teoría de que cuanto más arraigado está el capitalismo (algo que se puede medir mediante los Índices de Libertad Económica empleados en ciertos de estudios por investigadores independientes)[6] mayor es el crecimiento económico y por tanto se incrementa la prosperidad general, se reduce la pobreza y se favorece la democratización. Ésta es una tendencia estacional, y hay excepciones individuales como la India, país democrático pero que no podría decirse próspero económicamente, o Brunéi, que tiene un elevado PIB pero nunca ha sido democrático. Hay otros estudios que sugieren que la democracia hace aumentar la libertad económica aunque unos pocos encuentren pequeños efectos negativos.[7] [8] [9] [10] [11] [12] Una objeción puede ser que países como Suecia o Canadá quedan encuadrados por debajo de otros como Chile y Estonia en los Índices de Libertad Económica, aún teniendo Suecia y Canadá mayor renta per cápita. Sin embargo, esto es un error de comprensión, los que los estudios indican son los efectos sobre el crecimiento económico y así esa futura renta per cápita será mayor con una mayor libertad económica. También debería tenerse en cuenta que según los índices Suecia y Canadá están entre los países más capitalistas del mundo gracias a factores como un consolidado Estado de derecho, un fuerte derecho a la propiedad y pocas restricciones al libre comercio. Los críticos afirman que el Índice de Libertad Económica y otros métodos empleados no miden el grado de capitalismo, prefiriendo otra definición.
Algunos sostienen que el crecimiento económico asegura automáticamente la transición hacia la democracia, en países tales como China. Sin embargo, otros rechazan esta idea. Aunque el crecimiento económico ha sido en el pasado causa de procesos de democratización, puede que no sea así en el futuro. Además los dictadores saben como controlar sus países de modo que se produzca crecimiento económico sin apenas conceder libertades políticas.[13]
Un alto nivel de exportaciones de petróleo y minerales está fuertemente asociado a regímenes no democráticos, algo que se aplica no sólo a Oriente Medio si no a todo el mundo. Los dictadores cuyos países viven de estas industrias pueden gastar más en sus dispositivos de seguridad y proporcionar beneficios que disminuyen el malestar social. Además, esta bonanza económica no va seguida de los cambios sociales y culturales que posibilitan la transformación de las sociedades en crecimiento económico.[14]
Un reciente meta-análisis concluye que la democracia no tiene efectos directos sobre el crecimiento económico. Sin embargo, sí que produce de forma indirecta efectos que contribuyen al desarrollo. La democracia está asociada con una mayor acumulación de capital humano, menor inflación, menor inestabilidad política y mayor Índice de Libertad Económica.[15]
Dejando el Lejano Oriente, durante los últimos 40 años las democracias pobres han visto crecer sus economías un 50% más rápido que los países autoritarios. La economía de democracias como las de los Países Bálticos, Botsuana, Costa Rica, Ghana o Senegal han crecido más rápidamente que las de otros países no democráticos como Angola, Siria, Uzbekistán o Zimbabue.[4]
De las 80 peores catástrofes financieras de las últimas cuatro décadas, sólo 5 ocurrieron en democracias. De forma similar, las democracias pobres tienen la mitad de probabilidades que un régimen no democrático de sufrir una caída del 10% en el PIB en un sólo año.[4]

Hambrunas y refugiados[editar]

Un importante economista, Amartya Sen, advirtió que las democracias ineficaces incluso han sufrido hambrunas a gran escala.[16] Esto incluye a las democracias que no han sido muy prósperas a lo largo de la historia, como la India, cuya última gran hambruna tuvo lugar en 1943 y fue precedida de muchas otras durante el dominio británico del siglo XIX. Sin embargo, otros defienden que la hambruna de Bengala de 1943 fue consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.
Las crisis humanitarias suelen ocurrir en países no democráticos. Analizando el flujo de refugiados en los últimos veinte años, se puede ver que casi 90 sucesos tuvieron lugar en regímenes autoritarios.[17]

Desarrollo humano[editar]

La democracia está correlacionada con una mayor puntuación en el índice de desarrollo humano y una menor relevancia en el índice de pobreza.
Las democracias pobres tienen mejor educación, mayor esperanza de vida, menor mortalidad infantil, más fácil acceso al agua potable y mejor sanidad que las dictaduras pobres. Esto no es debido a mayores niveles de ayuda exterior o a mayores gastos sobre el PIB en educación o salud. Lo que realmente ocurre es que se gestionan mejor los recursos disponibles.[17]
Ciertos indicadores de sanidad (esperanza de vida, mortalidades infantil y maternal) están más fuertemente relacionados con la democracia que otros económicos como el PIB per cápita, el porcentaje de sector servicios o la balanza de pagos.[18]
En las democracias post-comunistas, tras su declive inicial, se experimentó un importante aumento en su esperanza de vida.[19]

Teoría de la paz democrática

Numerosos estudios basados en diferentes tipos de datos, definiciones y análisis estadísticos han dado soporte a la teoría de la paz democrática. La idea original es que las democracias liberales nunca han entrado en guerra con otras democracias liberales. Investigaciones más recientes han extendido la teoría y concluyen que las democracias tienen menos disputas militares internacionales (conflictos con menos de 1000 bajas en combate) con otras, que esos conflictos cuando han ocurrido entre democracias han causado menos muertos, y que las democracias sufren menos guerras civiles.[20]
Hay varias críticas a esta teoría, incluyendo guerras históricas específicas y que la correlación no es lo mismo que la causa.

Derechos y libertade

Los derechos y libertades de los ciudadanos de las democracias liberales suelen verse como algo beneficioso

ESTDOS UNIDOS Y EL MUNDO UNIPOLAR



ESTADOS UNIDOS:MUNDO UNIPOLAR 

 

Al retornar los gobiernos republicanos en los Estados Unidos en la década de los ochenta, encontraron un país económicamente debilitado, no sólo por el empuje de Europa y Japón, sino también porque los costos de la carrera armamentista con la URSS, desde 1946, significaron que durante toda la Guerra Fría más de la mitad de los impuestos se utilizaron para financiar las operaciones militares. Además, la pérdida de competitividad en los sectores productivos se debió a que la 1+ D+i (investigación, desarrollo e innovación) se orientó con énfasis hacia el campo del complejo industrial militar, generando una caída de la productividad manufacturera y el rezago en otras áreas de tecnología de punta. Es un hecho que durante las dos administraciones de Ronald Reagan (un ex actor hollywoodense) y George Bush padre (un ex Director de la CIA), el gasto militar observó un incremento considerable que tuvo efectos severos en la economía norteamericana y en las finanzas mundiales. 


Los bush, padre e hijo.



Curiosamente, esta, estrategia es designada  por algunos autores  como un keynesianismo de guerra, en alusión a las políticas de gasto, por parte del gobierno que tienden a provocar un efecto estimulante para el crecimiento económico. Sin embargo, en este contexto no funcionaron tales mecanismos, entre otras cosas porque la política fiscal de Reagan redujo los impuestos a las grandes corporaciones con la intención de liberar recursos para la inversión, cosa que no ocurrió porque no había sectores atractivos en los cuales invertir, salvo en la rama militar. Esto provocó que el enorme gasto en armamento se financiara mediante un 
creciente endeudamiento. 
En todo caso, las políticas de la llamada revolución conservadora de los reaganomics
tuvieron consecuencias importantes para la sociedad norteamericana y un efecto 
amplificado en otros países que adoptaron estas estrategias, representados, entre otras 
figuras, por Margaret Thatcher, primera ministro de Gran Bretaña y contemporánea de 
Reagan.

Bill Clintonpresidente de los Estados Unidos (1993-2001). 

De este modo,  se calcula que entre 1980 y 1984, la inversión del gobierno 
estadounidense en ciencia y tecnología espacial creció 8.9%, con objetivos claramente 
militares. En cambio, otros sectores, como el sistema de transporte, crecieron a una 
tasa de 3%, al igual que  la inversión en educación, capacitación y servicios sociales, 
que apenas reportaron un crecimiento de 1.4% anual. El desarrollo regional y de la 
comunidad cayó dramáticamente en 6.1%, y el gasto en conservación del medio 
ambiente creció en un modesto 1.9%.
 

Atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 por Al-Qaeda
Cuando George Bush llega a la oficina oval, la quinta parte del acero consumido en los Estados Unidos se importaba; 25% de los bienes de capital para producir herramientas se adquiría en Alemania y Japón; la tercera parte de los automóviles ya no eran producidos por obreros y técnicos norteamericanos y sólo una pequeña parte de los bienes de consumo electrónicos eran producidos en plantas de los Estados Unidos. Estas tendencias marcan la diferencia entre un crecimiento productivo que incide en el proceso de desarrollo, y otro de tipo parasitario, basado en las industrias que viven a expensas del complejo militar, puesto nuevamente en acción durante la guerra del Golfo Pérsico. En otro escenario, los doce años de administración republicana de la Casa Blanca (1980-1992) derivaron en una crisis social que explicó el voto de castigo a George Bush, cuando éste intentó reelegirse y preparó la llegada del demócrata BilI Clinton a la presidencia de los Estados Unidos.
Bajo el mandato del presidente  George H. W. Bush, el país tomó un papel de liderazgo en la controvertida  guerra del Golfo. La expansión económica más larga en la historia moderna de Estados Unidos, desde marzo de 1991 hasta marzo de 2001, abarcó la administración de  Bill Clinton y la  burbuja punto com. Una demanda civil y un  escándalo sexual llevaron al impeachment de Clinton en 1998, aunque logró terminar su periodo. Las elecciones presidenciales de 2000, una de los más competidas en la historia estadounidense, fueron resueltas por una decisión de la  Corte Suprema: George W. Bush, hijo de George H. W. Bush, se convirtió en el nuevo presidente.El  11 de septiembre de 2001, los terroristas del grupo  Al-Qaedaatacaron el World Trade Center de la ciudad de Nueva York y El Pentágonocerca de  Washington D. C., en una serie de atentados que acabó con la vida de casi tres mil personas. En respuesta, la administración de Bush lanzó una "guerra contra el terrorismo". A finales de 2001, las fuerzas estadounidenses  invadieron Afganistán, derrocaron al gobierno talibán y destruyeron los campos de entrenamiento de Al-Qaeda. Los insurgentes talibanes continúan luchando una guerra de guerrillas. En 2002, en medio de una polémica, la administración de Bush comenzó a presionar para que se llevara a cabo un cambio de régimen en Irak. Con la falta de apoyo de la OTAN y sin un mandato explícito de la ONU para una intervención militar, Bush organizó la coalición de la voluntad; las fuerzas de la coalición rápidamente invadieron Irak en 2003 y derrocaron al dictador Saddam Hussein. En 2005, el huracán Katrina, que terminaría siendo el desastre natural más caro en la historia nacional, causó una destrucción severa a lo largo de la costa del Golfo: la ciudad de Nueva Orleans quedó devastada. El 4 de noviembre de 2008, en medio de una recesión económica mundial, Barack Obama fue elegido presidente, el primer afroamericano en ocupar el cargo.

EL FIN DE LA GUERRA FRIA

EL FINDE LAGUERRA  FRIA

Las revoluciones de 1989 en la Europa oriental habían supuesto un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1945, por otro, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo y que muchos no dudaban en denominar "imperio soviético".
La guerra fría, el enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes, por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. El fin de la guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en señalar el momento en el que la guerra fría concluyó. Veamos los principales acontecimientos diplomáticos que jalonaron los años 1989, 1990 y 1991:
  • Para muchos, la Cumbre de Malta entre el presidente norteamericano George Bush y Gorbachov marcó el fin de la guerra fría. Ambos líderes se reunieron en el buque Máximo Gorki fondeado en las costas de Malta el 2 y 3 de diciembre de 1989. Pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín los dos mandatarios se reunieron para comentar los vertiginosos cambios que estaba viviendo Europa y proclamaron oficialmente el inicio de una "nueva era en las relaciones internacionales" y el fin de las tensiones que habían definido a la guerra fría. Bush afirmó su intención de ayudar a que la URSS se integrara en la comunidad internacional y pidió a los hombres de negocios norteamericanos que "ayudaran a Mijaíl Gorbachov". Este proclamó solemnemente que "el mundo terminaba una época de guerra fría (...) e iniciaba un período de paz prolongada".
  • Otros señalan que el fin del conflicto tuvo lugar el 21 de noviembre de 1990, cuando los EE.UU., la URSS y otros treinta estados participantes en la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa firmaron la Carta de París, un documento que tenía como principal finalidad regular las relaciones internacionales tras el fin de la guerra fría. La Carta incluía un pacto de no agresión entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. El presidente Bush manifestó tras firmar el documento: "Hemos cerrado un capítulo de la historia. La guerra fría ha terminado."
  • Sólo dos días antes se había firmado Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa que suponía una fuerte reducción de tropas y armamento no nuclear en el continente. Tras entablar negociaciones en Viena en marzo de 1989, se llegó al acuerdo de que ambas superpotencias debían reducir sus tropas en Europa a 195.000 hombres cada una. Se partía de la presencia de 600.000 soldados soviéticos y 350.000 norteamericanos.
  • El 16 de enero de 1991 la coalición internacional dirigida por EE.UU. inició su ataque para desalojar a los invasores iraquíes de Kuwait. El apoyo soviético a las sanciones de la ONU que finalmente llevarían al desencadenamiento de la Guerra del Golfo fue acordado en la cumbre de Helsinki, celebrada el 9 de septiembre anterior entre Bush y Gorbachov. Este apoyo era un ejemplo palpable del fin del antagonismo y de la supremacía norteamericana.
  • El 1 de julio de 1991, tras las revoluciones de 1989 y en pleno proceso de descomposición del estados soviético, el "Tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua" firmado en Varsovia en 1955, el Pacto de Varsovia, desapareció. La OTAN quedaba como la única gran alianza militar en el mundo.
  • Finalmente, el 31 de julio de 1991, Bush y Gorbachov firmaban en Moscú el Tratado START I de reducción de armas estratégicas. Este acuerdo fue rápidamente superado al año siguiente, el 16 de junio de 1992, por la firma de Bush y el nuevo líder ruso Yeltsin del Tratado START II. Los dos antiguos contendientes acordaron importantes reducciones en sus arsenales nucleares.
En un proceso enormemente rápido la URSS y los EE.UU. pusieron fin al largo enfrentamiento que habían iniciado tras el fin de la segunda guerra mundial El orden establecido en Yalta se derrumbó ante la mirada atónita del mundo en unos pocos meses.

lunes, 28 de septiembre de 2015

CRISIS DEL PETROLEO


LA CRISIS MUNDIAL EN LA DECADA DE 1970

Gráfico de la evolución de los precios del petróleo a largo

 plazo (1861-2007).
 La línea naranja muestra el nivel de precios constantes, 
ajustado según la inflación. La línea azul muestra los precios corrientes
La crisis del petróleo de 1973 (también conocida como primera crisis del petróleo) comenzó el 23 de
corrientes agosto de 1973, a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (que agrupaba a los países árabes miembros de la OPEP más Egipto, Siria y Túnez) con miembros del golfo pérsico de la OPEP (lo que incluía a Irán) de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur (llamada así por la fecha conmemorativa judía Yom Kipur), que enfrentaba a Israel con Siria y Egipto. Esta medida incluía a Estados Unidos y a sus aliados de Europa Occidental.

El aumento del precio, unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados. Estos países respondieron con una serie de medidas permanentes para frenar su dependencia exterior.1


Causas de la crisis

Antes del embargo, el Occidente industrializado, sobre todo Estados Unidos, solía disponer de petróleo abundante y barato. Las ciudades norteamericanas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muy extendidas, con enormes núcleos urbanos de casas unifamiliares dispersas, dependían del automóvil como principal medio de transporte, de modo que utilizaban combustible de forma masiva. Entre 1945 y finales de los 70, Occidente y Japón consumían más petróleo que nunca. Sólo en Estados Unidos, el consumo se había duplicado entre 1945 y 1974. Con un 6% de la población mundial, EE.UU. consumía el 33% de la energía de todo el mundo. Al mismo tiempo, la economía norteamericana mantenía una cuarta parte de la producción industrial mundial, lo cual quiere decir que los trabajadores norteamericanos eran cuatro veces más productivos que la media global, pero a cambio el país consumía cinco veces más energía.

El petróleo, sobre todo el procedente de Oriente Medio, se pagaba en dólares estadounidenses, con los precios también fijados en dólares. Durante el mandato del presidente Richard Nixon, el modelo económico norteamericano estaba ya agotado, el crecimiento era nulo, y sin embargo la inflación ya empezaba a ser preocupante. Durante el verano de 1971, Nixon estaba bajo una fuerte presión pública para que actuara de forma tajante ante este detenimiento económico. Para provocar una caída del precio del oro en los mercados internacionales, Nixon abandonó el patrón oro el 15 de agosto de 1971, finalizando así el sistema de Bretton Woods, que había funcionado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El dólar fue devaluado en un 8% en relación con el oro en diciembre de 1971, y se volvió a devaluar en 1973.

Fundación de la OPEP

La OPEP era un grupo de catorce países, incluyendo siete naciones árabes, pero también otros grandes exportadores de petróleo del mundo en desarrollo. Se formó el 17 de septiembre de 1960 para protestar contra la presión de las grandes compañías petroleras, que pretendían reducir los precios recortando los pagos a los productores. Inicialmente funcionaba como una unidad de comercio informal encargada de la venta del petróleo de los países desarrollados. Limitaba sus actividades a intentar incrementar los beneficios de la venta de crudo a las compañías de Occidente y mejorar el control sobre los niveles de producción. Sin embargo, a principios de los 70 empezó a mostrar su fortaleza.

Embargo árabe de crudo

El 16 de octubre de 1973, como parte de la estrategia política derivada de la Guerra del Yom Kippur, la OPEP detuvo la producción de crudo y estableció un embargo para los envíos petrólíferos hacia Occidente, especialmente hacia Estados Unidos y los Países Bajos. También se acordó un boicot a Israel. Puesto que en condiciones normales las fluctuaciones en la demanda del petróleo son pequeñas (cuando sube el precio sólo se compra un poco menos), los precios tenían que subir drásticamente para conseguir que se redujera notablemente la demanda, y así poder establecer un nuevo nivel de consumo impuesto por la oferta. Gracias al embargo se consiguió este objetivo. El control del gobierno norteamericano, pensado para mantener el precio a unos niveles aceptables, acabó aumentando el impacto económico debido a los cortes de suministro. Como consecuencia, se inició una prolongada recesión y aumentó notablemente la inflación. Esta situación duraría hasta principios de los años 80.

Los efectos del embargo son claros: se duplicó el precio real del crudo a la entrada de la refinería y se produjeron cortes de suministro. Todo esto aceleró una etapa económica negativa en el mundo occidental que ya había empezado, y llevó a una recesión global durante el año siguiente.

A largo plazo, el embargo produjo un cambio en algunas políticas estructurales de Occidente, avanzando hacia una mayor conciencia energética y una política monetaria más restrictiva para combatir mejor la inflación.

Cronología[ed

    1. 1973[editar]


  • 23 de agosto: Se reúnen en Riad y negocian en secreto un acuerdo por el que los árabes utilizarán el "arma del petróleo" como parte del inminente conflicto militar.
  • 15 de septiembre: La OPEP declara un frente de negociación, consistente en los seis países del Golfo Pérsico, para presionar al alza los precios y finalizar su apoyo a Israel, establecido en los acuerdos de Teherán de 1971.
  • 6 de octubre: Egipto y Siria atacan a Israel el día del Yom Kippur, comenzando así la cuarta guerra árabe-israelí, más conocida como Guerra del Yom Kippur.
  • 8-10 de octubre: Las negociaciones de la OPEP con las compañías petrolíferas para revisar los acuerdos de 1971 fracasan.
  • 16 de octubre : Arabia Saudita, Irán, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Catar suben los precios unilateralmente en un 17% hasta los 3,65 dólares por barril y anuncian cortes de suministro.
  • 23-28 de octubre: El embargo árabe de crudo se extiende hasta Holanda.
  • 5 de noviembre: Los exportadores árabes reducen la producción en un 25%. Posteriormente se reduciría un 5% más.
  • 23 de noviembre: El embargo árabe empieza a afectar también a Portugal, Rodesia y Sudáfrica.
  • 27 de noviembre: El presidente Richard Nixon firma una ley para emergencias relacionadas con la escasez de crudo, imponiendo controles en el precio, la producción, la logística y la venta.
  • 9 de diciembre: Los ministros de energía de los países árabes acuerdan una futura reducción de la producción en otro 5% para "los países no amigos", que entraría en vigor en enero de 1974.
  • 25 de diciembre: Los ministros de energía árabes cancelan la reducción anterior. El ministro saudí Yamani promete un incremento de un 10% en la producción de la OPEP.


  1. 1974[editar]


  • 7-9 de enero: La OPEP decidió congelar los precios hasta el 1 de abril del mismo año.
  • 11 de febrero: El secretario de estado estadounidense Henry Kissinger presentó un proyecto de independencia energética para EE.UU.
  • 12-14 de febrero: Los progresos en la distensión árabe-israelí provocaron debates sobre la estrategia energética entre los líderes de Argelia, Egipto, Siria y Arabia Saudita.
  • 17 de marzo - Los ministros de energía árabes, con la excepción de Libia, anunciaron el fin del embargo contra Estados Unidos.

Impacto económico inmediato del embargo

Los efectos del embargo fueron inmediatos. La OPEP obligó a las compañías petroleras a aumentar los precios de forma drástica. El precio del petróleo se cuadruplicó desde 1974 hasta llegar casi a los 12 dólares por barril (75 dólares/m³).

Los países de Oriente Medio, que habían estado dominados por las potencias industriales durante mucho tiempo, acababan de tomar el control de un producto básico. El flujo de capital se invirtió y los países exportadores de petróleo comenzaron a acumular una enorme riqueza. Algunos de los ingresos fueron distribuidos entre otros países subdesarrollados, cuyas economías habían quedado atrapadas entre el aumento del precio del petróleo y una disminución del precio de sus propias exportaciones de productos básicos y materias primas, a causa de la reducción de la demanda occidental. Además, gran parte de estos flujos de capital se gastaron en compras masivas de armas que exacerbaban tensiones políticas, en particular en Oriente Medio.

Los estados miembros de la OPEP, en vías de desarrollo, comenzaron a nacionalizar sus empresas petrolíferas. En particular, los saudíes habían adquirido el control de Aramco, plenamente nacionalizada en 1980 bajo el gobierno de Ahmed Zaki Yamani. Debido a que otros miembros de OPEP siguieron su ejemplo, los ingresos del cartel se dispararon. Arabia Saudita, inundada de beneficios, realizó una serie de ambiciosos planes quinquenales de desarrollo, de los cuales el más ambicioso, que comenzó en 1980, preveía una inversión pública de 250 000 millones de dólares. Otros miembros del cártel también comprometieron importantes programas de desarrollo económico.

Al mismo tiempo, el caos se había adueñado de Occidente. En Estados Unidos, el precio de venta al público de un galón de gasolina pasó de un promedio de 38,5 céntavos en mayo de 1973 a 55,1 centavos en junio de 1974. Mientras tanto, la Bolsa de Nueva York perdía 97 000 millones de dólares de su valor en seis semanas.

Con el inicio del embargo, las importaciones petrolíferas de EE.UU. procedentes de los países árabes se redujeron desde los 1,2 millones de barriles (190.000 m³) diarios hasta los 19.000 barriles (3000 m³). El consumo diario disminuyó en un 6,1% entre septiembre y febrero, y un 7% durante el verano de 1974, cuando Estados Unidos sufrió el primer período de escasez de combustible desde la Segunda Guerra Mundial.

Debido a la interdependencia mundial a nivel social y económico, los países industrializados importadores de petróleo no comunistas asistieron a una repentina inflación y una recesión económica. En los países industrializados, especialmente en Estados Unidos, la crisis provocó que las condiciones de vida se volvieran muy adversas para los desempleados, los grupos sociales marginados, algunos trabajadores de mayor edad, y cada vez más, para los trabajadores más jóvenes. Las escuelas y oficinas en EEUU tuvieron que cerrar a menudo para ahorrar el combustible de la calefacción, y las fábricas tuvieron que reducir la producción y despedir trabajadores. En Francia, la crisis del petróleo puso fin al período conocido como Trente Glorieuses, los últimos 30 años de alto crecimiento económico, y comenzaron los años de desempleo permanente.

El embargo no fue uniforme en toda Europa. De los nueve miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE), Holanda se enfrentó a un embargo total por su apoyo a Israel, el Reino Unido y Francia mantenían prácticamente el mismo abastecimiento (por haberse negado a permitir a Estados Unidos utilizar sus aeródromos y haber establecido un embargo de armas y suministros tanto para los árabes como para los israelíes), mientras que los otros seis se enfrentaban a recortes parciales. El Reino Unido ha sido tradicionalmente un aliado de Israel. De hecho, el gobierno de Harold Wilson había apoyado a los israelíes durante la Guerra de los Seis Días, pero su sucesor, Edward Heath, había modificado esta política en 1970, pidiendo a Israel que volviera a sus fronteras previas a la guerra de 1967. Los miembros de la CEE no habían conseguido establecer una política común durante el primer mes de la Guerra de Yom Kippur. Sin embargo, emitieron una declaración el 6 de noviembre, una vez que el embargo y el aumento del precio ya habían comenzado; esta declaración, interpretada como pro-árabe, apoyaba la línea franco-británica, y así la OPEP levantó el embargo a todos los miembros de la CEE. La subida de los precios tuvo un impacto mucho mayor que el embargo en Europa, especialmente en el Reino Unido (donde esta circunstancia se sumó a la huelga de los mineros del carbón a causa una crisis energética durante el invierno de 1973-74, un factor importante en el cambio de gobierno).

A pesar de ser también un objetivo del embargo, Japón superó especialmente bien las secuelas de la crisis energética mundial de los años 70 en comparación con otros países desarrollados e importadores de petróleo. Los fabricantes de automóviles japoneses lideraron la revolución en este sector. Los grandes automóviles de los años 50 y 60 se sustituyeron por vehículos mucho más compactos y eficientes desde un punto de vista energético. Por otra parte, en Japón había ciudades con una densidad muy alta de población y por tanto con unos transportes públicos muy desarrollados.

Unos meses más tarde amainó la crisis. El embargo se levantó en marzo de 1974 después de las negociaciones de la Cumbre Petrolífera de Washington, pero los efectos de la crisis energética se notaron durante toda la década de los 70. El precio de la energía continuó aumentando el año siguiente, en consonancia con el debilitamiento del dólar en los mercados mundiales.

Control de precios y racionamiento

La crisis se agravó aún más a causa del control de los precios en Estados Unidos, que limitó el precio del "petróleo antiguo" (ya descubierto), mientras permitía que el petróleo recién descubierto pudiera ser vendido a un precio más elevado, lo que supuso una retirada del petróleo antiguo del mercado y una escasez artificial. El objetivo era promover las prospecciones petrolíferas. Esta escasez llevó al racionamiento de gasolina (que también se produjo en muchos otros países). Los automovilistas se enfrentaron a largas colas en las gasolineras.

En Estados Unidos, los conductores de vehículos cuyas matrículas acabaran en número impar (o matrículas personalizadas) fueron autorizados a adquirir carburante sólo en los días impares del mes, y la misma norma se aplicó a los propietarios de vehículos con matrículas pares. Eso sí, a excepción del día 31 de los meses de 31 días, o el 29 de febrero en los años bisiestos, si bien éste último día nunca se aplicó la norma, ya que las restricciones habían sido eliminadas en 1976.

En algunos estados de Estados Unidos se utilizaron carteles y banderas de tres colores diferentes para indicar la disponibilidad de gasolina en las estaciones de servicio. Una bandera verde indicaba venta ilimitada de gasolina. Una bandera amarilla denotaba restricciones y racionamiento. Una bandera roja indicaba que no se disponía de gasolina, pero la estación de servicio estaba abierta para otros servicios.

Los cupones de racionamiento de gasolina fueron encargados en 1974 y 1975 para la Administración Federal de Energía, pero nunca fueron realmente utilizados durante esta crisis o la de 1979.

Muchas competiciones automovilísticas se paralizaron o se retrasaron debido al racionamiento. El Rally de Córcega de 1973 se retrasó un mes, y el de Rally de Montecarlo y Suecia de 1974 no se realizaron.2

Mantenimiento y reducción de la demanda

En 1973, Nixon nombró a William E. Simon como el primer director de la Oficina Federal de Energía. Para intentar reducir el consumo, en 1974 se estableció un límite máximo de velocidad de 55 mph (unos 90 km/h) mediante la Ley de Emergencia de Ahorro de Energía en Autovías. Por otro lado, en 1975 se constituyó la Reserva Estratégica de Petróleo de EEUU, y en 1977 se creó el Departamento de Energía, además de la Ley Nacional de Energía de 1978.

Se impuso el horario de verano entre el 6 de enero de 1974 y el 23 de febrero de 1975. Esta medida generó importantes críticas, ya que obligó a muchos niños a ir a la escuela antes del amanecer. La norma tradicional, que adelantaba los relojes una hora el último domingo de abril, fue restaurada en 1976.

La crisis también concienció a las empresas y los particulares sobre el ahorro energético. Muchos periódicos llevaban anuncios a página completa.

Después de que los estándares de la CAFE fueran aprobados por el Congreso en 1975, los "Tres Grandes" fabricantes de automóviles de EEUU pusieron en marcha la reducción de los tamaños de los automóviles para que tuvieran un consumo máximo de 9 litros a los 100 km. En 1980 ya no había automóviles de lujo con 3,3 m de distancia entre ejes y peso bruto promedio de 2000 kg. Los fabricantes de automóviles comenzaron a imitar a los fabricantes europeos eliminando gradualmente la tradicional tracción trasera, menos eficiente que la tracción delantera.

Aunque no estaban regulados por la nueva legislación, los grupos de automovilismo de carreras introdujeron voluntariamente políticas de ahorro. En 1974 se cancelaron las 24 horas de Daytona y la NASCAR redujo las distancias de las carreras en un 10%. La ronda de clasificación de 500 millas de Indianápolis se redujo de cuatro días a dos, y se eliminaron varios días de entrenamientos.